sábado, 25 de agosto de 2012

Retos a la lengua

Ayer me enfrenté en el metro a un reto lingüístico sin precedentes, consistente en pedir indicaciones sobre cómo llegar a un lugar a un señor que resultó ser un gringo tartamudo. El primero que me encontraba en mi vida. De entender su inglés o no dependía el llegar a mi destino o vivir la experiencia traumática de bajarme en una parada errónea y quedar perdida y desamparada en la inmensidad de Brooklyn, ese barrio que tanto nos aterroriza a las señoritas de bien criadas en las bondades de Manhattan y sus calles numeradas. ¿Y qué pasó al final? Tatatachán, tatatachán... La incertidumbre os corroe, ¿eh? Pues que ¡¡¡llegué, llegué, llegué!!!

1 comentario:

  1. Pero... ¿¿¿Cómo, cómo, cómo???
    ¿Al final entendiste al tartamudo?

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