martes, 20 de diciembre de 2022

Entrevista sobre "La llave de las estrellas" en Todo Literatura

 Marta Quintín, zaragozana del 89, es periodista de formación y escritora por vocación. Ganadora del premio Tomás Seral y Casas de relato corto, ha publicado las novelas Dime una palabraEl color de la luz y La tortuga que huía del jaguar, con la que obtuvo el premio Valencia en 2019 para autores menores de treinta años. Ahora vuelve con "La llave de las estrellas(HarperCollins Ibérica) que transcurre en su tierra aragonesa, aunque es una historia universal.

La llave de las estrellas
La llave de las estrellas

Una curiosidad inicial, ¿es Benveniste, el apellido de sus protagonistas, un apellido sefardí?

Lo es. Aparece con diferentes variantes, e incluso hay algún sefardí célebre que se apellidaba así, como el poeta Vidal Benveniste, que vivió precisamente en Zaragoza, casi en la misma época que mis protagonistas medievales.

Hablemos ahora de su interés por ese pasado de nuestro país. ¿Qué significa Sefarad para usted?

Una herencia perdida. Y me resulta conmovedor que los sefardíes le hayan plantado cara al olvido con semejante tenacidad. Que hayan añorado con esa perseverancia una tierra que los trató tan injustamente, y que conservaran a lo largo de los siglos la lengua, las canciones, las romanzas, la gastronomía… Aparte de las llaves, claro. Me parece admirable que no renunciaran a su identidad

¿Qué significado tiene la llave para los sefardíes?

Creo que fue una especie de garantía que se dieron a sí mismos de que, tarde o temprano, regresarían. Una forma de creérselo, de mantener la esperanza, una promesa. Y no solo ellos. A día de hoy, cuando la gente abandona sus casas de tantos y tan diversos lugares (Siria, Irak, seguro que ahora Ucrania) continúan llevándose las llaves consigo. De hecho, ponte en situación y verás que la pregunta inevitable es: ¿cómo no llevársela?, ¿no te la llevarías tú?

La novela transcurre en dos planos temporales. ¿Por qué la planteó así?

Era una forma de poner de relieve que la historia no cambia tanto, que algunos temas se perpetúan a través del tiempo, y que las pulsiones más humanas se conservan intactas. El desarraigo, las migraciones, tener que abandonar todo lo que amas en un momento dado, la nostalgia, la necesidad de empezar de cero, de sobreponerte cuando la vida se tuerce, los juegos del azar y de la suerte, la importancia de la amistad… Todo eso jamás pierde vigencia.

En Alpartazgo, el pueblo en el centro de su novela, hay una judería, como las de tantos pueblos y ciudades de España. ¿Las conocía?

Las conocía, pero no en profundidad. He tenido que documentarme. No obstante, la parte histórica no deja de ser un telón de fondo en el que se mueven los personajes. Lo que realmente me importa es hablar de sus emociones, de sus anhelos, de su naturaleza.

La literatura no tiene sexo

La religión es fundamental en su relato. Mejor dicho, el hecho de profesar religiones diferentes. Hay cosas que no cambian…

Me temo que son conflictos intrínsecos a la condición humana.

La llave de las estrellas es una novela de mujeres… ¿para mujeres?

En absoluto. Es para todo aquel al que le interese una historia sobre amor, amistad, pérdida, desarraigo, el papel del destino… La literatura no tiene sexo.

Zaragoza vive una eclosión literaria espectacular, de allí son o allí viven Irene Vallejo, Sergio del Molino, Daniel Gascón… ¿Qué está sucediendo?

Que los aragoneses somos testarudos, y escribir requiere de mucha terquedad.

Esta no es su primera novela, ha ganado ya algunos premios… ¿Qué supone La llave de las estrellas en su carrera?

Un paso más para consolidarme. Una oportunidad de llegar a más lectores y compartir con ellos una historia que a mí me emociona y que, por tanto, puede emocionarles también a ellos. Ojalá que así sea.

viernes, 9 de diciembre de 2022

Entrevista sobre "La llave de las estrellas" en Despierta Aragón, de Aragón Radio

 https://www.cartv.es/aragonradio/radio?play=podcast%2F131543&fbclid=IwAR3cSs4Y1xbKcheSS-BL7TxKtQgJPubiM9WwB_UnSdgnRSHUYEjnTym_nTk

Entrevista en el blog Alma en las palabras

 En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Marta Quintín.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? El planeta Tierra vale como lugar, ¿no? Renuncio al resto del Sistema solar, que no es moco de pavo.

¿Prefiere los animales a la gente? La mayoría de las veces, sí. Y si hablamos de un perro, no hay discusión posible.

¿Es usted cruel? Intento no serlo, pero seguro que muchas veces se me escapa.

¿Tiene muchos amigos? El ‘muchos’ es un adjetivo indefinido y también relativo, así que dependerá de con quién se me compare. En cualquier caso, estoy satisfecha con los que tengo, tanto cuantitativa como cualitativamente.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? La lealtad creo que es la más importante. Eso aparte, me gusta la buena conversación.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? No. Me siento muy afortunada con ellos. Son mi gran patrimonio.

¿Es usted una persona sincera? Si dijera que no, mentiría.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Leyendo. Escribiendo. Haciendo teatro. Yendo al cine. Paseando. Viajando.

¿Qué le da más miedo? Las agujas. Aunque cada vez menos. #SuperandoFobias

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Muy poca cosa. Aunque me indignan las personas que se creen por encima del bien y del mal. Y las que andan despacio y no se dan cuenta de que están obstaculizando la calle.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Vegetar.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Camino mucho. Intento ir andando a todas partes.

¿Sabe cocinar? En absoluto.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? ¿Vale cualquiera? ¿Incluso uno que no comparta plano temporal conmigo? En ese caso, a Gustavo Adolfo Bécquer, pero porque me lo habría intentado ligar.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Esperanza.

¿Y la más peligrosa? Envidia.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? Realmente no. Mis pulsiones homicidas me resultan más que manejables.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Grosso modo y para no extendernos, socialdemócratas. Y presididas siempre por el feminismo.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Actriz.

¿Cuáles son sus vicios principales? Las palmeras. De chocolate o glaseadas. No discrimino.

¿Y sus virtudes? Creo que una cabeza bien amueblada.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Qué angustia. Prefiero no tener que comprobarlo nunca.

https://almaenlaspalabras.blogspot.com/2022/12/entrevista-capotiana-marta-quintin.html