miércoles, 25 de diciembre de 2019

Reseña de "La tortuga que huía del jaguar" en el blog Anika entre libros

https://www.anikaentrelibros.com/la-tortuga-que-huia-del-jaguar

"La tortuga que huía del jaguar" resultó ganadora del premio València Nova 2019 Alfons el Magnànim de Narrativa. Premio merecido.
La novela tiene algo de mágico (como fábula, no porque se usen hechizos). Simbólicamente Marilia es la tortuga y Evaristo es un gato (que sería lo más ajustado al jaguar). El viaje que hace Marilia es una búsqueda hacia no sabe qué. Eso lo entenderá cuando decida volver.
Tanto de Marilia como de Evaristo conocemos sus infancias, ambas para recordar. Ella, huérfana, prácticamente analfabeta, diana de otras niñas y libre de pensamiento… Marilia congenia bien con pocas personas; entre los afortunados, un tipo con el que todo el mundo se mete (a causa de que en su niñez sufrió acoso escolar por parte de sus compañeras y acabó abandonando la escuela).
Él, Evaristo, vive con su madre y un hermano del que se siente esclavo, especialmente por el tratamiento de la madre. Ella tiene su vida prevista, una vida que él no quiere, por lo que decidirá que siempre será libre.
Estas dos almas con una forma tan parecida de pensar están, sin duda, destinadas a ser gemelas. ¿Pero cómo sucede todo? ¿Saldrá bien? ¿Llegarán a conocerse? ¿Pasarán uno cerca de otro y jamás se rozarán?
Finalmente tenemos a Jasón, el joven enamorado que decide vivir con ella. Una incógnita más en esta historia de la que no os puedo contar nada, pero esencial igualmente.
La lectura tiene un estilo particular gracias a los vocablos caribeños. Leída en voz alta con el acento llega a ser más atractiva, al menos en cuanto a los diálogos. La narrativa se muestra ligera gracias al exotismo y a la abundancia de diálogos. Consigue que se lea muy rápido. Si destaca por algo el estilo es por el exotismo indicado arriba y, en segundo lugar, por la capacidad del autor o autora en crear personajes (tienen mucha fuerza, son muy auténticos).
Tiene un final, quizás, agridulce y un epílogo emotivo relacionado con el título, la leyenda, y el demonio del muelle.
Lo mejor es que puesto que no sabes lo que esperas de ella, te dejas llevar y al autor le funciona. La historia fluye porque tiene un toque de cuento debido al simbolismo. También te llevas una buena sorpresa relacionada con la identidad de uno de los personajes. De hecho, los personajes también son el fuerte de la novela.
Estoy segura de que su público es muy amplio, y yo desde luego recomiendo leerla.

lunes, 23 de diciembre de 2019

¿Cómo te llamabas?

Su nombre se coló en boca de todo el mundo. Elaine. Porque Elaine iba a arrasar. Porque Elaine pondría las cosas patas arriba. La invocaban como un himno en los telediarios, la aguardaban con una reverencia que se hacía quimo de expectación en el nudo del estómago. Y durante un tiempo no se habló de nada más. Elaine, sin duda, conoció la gloria.

Pero el otro día, te pregunté si esas gotas entreveradas de viento que azotaban el cristal le pertenecían, y enarcaste la ceja: "¿Elaine? ¿No dijeron en el parte meteorológico que el que entraba por Galicia era Fabián?".

Y así quedó sentenciada. Al igual que ese Fabián, al que sucederá Gerardo o Francisquita. Porque todas las borrascas pasan. Y de ellas, nadie se vuelve a acordar.