lunes, 23 de diciembre de 2019

¿Cómo te llamabas?

Su nombre se coló en boca de todo el mundo. Elaine. Porque Elaine iba a arrasar. Porque Elaine pondría las cosas patas arriba. La invocaban como un himno en los telediarios, la aguardaban con una reverencia que se hacía quimo de expectación en el nudo del estómago. Y durante un tiempo no se habló de nada más. Elaine, sin duda, conoció la gloria.

Pero el otro día, te pregunté si esas gotas entreveradas de viento que azotaban el cristal le pertenecían, y enarcaste la ceja: "¿Elaine? ¿No dijeron en el parte meteorológico que el que entraba por Galicia era Fabián?".

Y así quedó sentenciada. Al igual que ese Fabián, al que sucederá Gerardo o Francisquita. Porque todas las borrascas pasan. Y de ellas, nadie se vuelve a acordar.

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