jueves, 21 de diciembre de 2017

"El color de la luz" va a ver la luz

Me paso por aquí a dar una noticia que llevaba mucho tiempo queriendo anunciar. Por fin mi segunda novela, "El color de la luz", va a hacer honor a su nombre. Sí: va a ver la luz. Ha sido un camino largo, trabajoso, aunque también con vericuetos de reencuentro con mi propia criatura que han merecido la pena, y aliviado por una pregunta a la que no habéis renunciado en ningún momento: "¿y el libro?", con la que, como digo en los agradecimientos, me recordabais que no cabía la desesperanza, por el simple motivo de que vosotros lo seguíais esperando. Ahora sólo puedo disfrutar de este tesoro con el que llevo soñando desde que empecé a enredar con letras, a enhebrarlas unas con otras. Si alguien me hubiera contado entonces que acabaría publicando una novela con el grupo editorial Penguin Random House, puede que no hubiese entendido plenamente lo que eso implica. Pero mi alegría habría sido inmensa cuando me hubieran aclarado en qué se traduce: en llegar con mis historias a muchos, muchos lectores. Ya el simple hecho de que me hubieran enseñado la portada (sí, ¡una en la que sale una chica rubia con un gorro rosa!) habría bastado para hacerme víctima de un telele que tal vez me habría inhabilitado para escribir una palabra más, de puro colapso nervioso. Por fortuna, el camino se hace poco a poco, cada día, y supongo que todos mis pasos, las decisiones que he ido tomando, me han conducido hasta aquí: hasta un 8 de febrero de 2018 en el que podré compartir mi novela con vosotros. Hasta ser, por ello, enormemente feliz. Gracias.



Por aquí dejo la sinopsis:

Blanca Luz Miranda es una empresaria de éxito. Su objetivo: amasar una gran fortuna para comprar arte. La adquisición, en una subasta de Nueva York, de uno de los cuadros más inquietantes del pintor Martín Pendragón cumplirá el sueño de esta anciana de ojos enigmáticos. En esa misma sala una periodista observa la escena con interés, está convencida de que tras ese pago millonario se esconde un secreto y hará todo lo posible por descubrirlo. Lo que no sabe es que será Blanca Luz quien decida cómo se escribe su historia. Marta Quintín construye con maestría una novela que explora diversos tiempos y lugares (España, la Guerra Civil, el París artístico de los años veinte, Nueva York...) y plantea una historia de amor descarnado, imposible por la propia naturaleza humana, por la inseguridad, el miedo; por la incapacidad de reconocer que tal vez el error fue no amar. Una novela llena de matices, veladuras, fricciones, secretos, que nos descubre que toda obra de arte esconde una historia que puede redimirnos.