jueves, 8 de marzo de 2018

8 de marzo: nosotras paramos

Acaso sea ingenua, pero se barrunta un presagio en el ambiente: que hoy va a ocurrir algo grande. Tan grande como esa ola que se abalanza sobre la playa. Una de ésas que, cuando se retira, no deja la arena igual. Se queda sembrada de conchas, rotas o recién lavadas, pedazos pulidos del cristal de botellines de cerveza a la deriva, madejas de algas, restos de algún naufragio, monedas fuera de curso legal. Yo quiero creer que, de idéntica manera, cuando este día pase, nada será lo mismo. Acaso sea ingenua.

Pero este 8 de marzo es una celebración. No dejéis que nadie os la agüe. Es una fiesta en la que nosotras nos paramos para que nadie nos pare más. Esa fiesta en la que se bailó tanto que el mundo, privado de una de sus piernas, comenzó a cojear, simplemente para andar con más firmeza en cuanto volvimos a ponernos en marcha.

Festejemos por todas esas mujeres cuya lucha heredamos, y que seguro que hoy disfrutan con nosotras, canturreando y mirándonos con una sonrisa desde algún repliegue de la Historia. Esa misma que dentro de no mucho nos mirará, con los ojos de una niña que aún está por nacer, y que verá este 8 de marzo como una antigualla que no acaba de comprender, ella que ya podrá afirmar que no hay nadie que no la trate de igual a igual por ser mujer. Paremos hoy. Por ayer. Por mañana. Por todas ellas. Por nosotras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario