miércoles, 3 de julio de 2013

Un ¿secreto? a voces

De verdad que no acabo de entender el trasfondo del caso Snowden. Tanta alharaca. Pero, en serio, ¿este señor ha revelado algo que no supiera ya todo el mundo? ¿Que todos nuestros datos, "secretos" nacionales inclusive, están disponibles para quien quiera husmearlos? Pues vaya novedad. No comprendo que se estén echando las manos a la cabeza y rasgándose las vestiduras por algo tan obvio. Merkel dice, según recoge hoy El País, que "no cabe ninguna duda de que, también a través de la información recabada por los servicios de inteligencia sobre actividades en Internet, la lucha contra el terrorismo es una tarea obligatoria y muy necesaria pero tampoco cabe duda de que debe respetarse el principio de proporcionalidad".

Pero vamos a ver. A ver si nos entendemos. O sea, que espiar está bien, siempre y cuando se haga con mesura. Con sentido del decoro y tal. Al margen de la mayor o menos hipocresía que pueda entrañar esta afirmación, ¿acaso Merkel quiere hacernos creer que una mandataria de su nivel no sabe que EEUU es un país desproporcionado? Nadie es tan ingenuo como para pensar lo contrario. No pueden evitarlo. Lo llevan en el ADN. Son desproporcionados en el tamaño de sus coches, en sus galas de premios, en la temperatura a la que ponen el aire acondicionado (porque no firmarán el protocolo de Kioto, pero con que orientaran todos sus aires acondicionados simultáneamente hacia los casquetes polares lograrían que no se derritieran), con la dosis de azúcar que le echan a los refrescos (por mucho que a Bloomberg le repatee el hígado)... Entonces, ¿cómo demonios no van a ser desproporcionados con el acopio de información? EEUU sabe muy bien que la divisa más fuerte siempre ha sido, es y será la información. No el yen, ni el euro, ni el dólar, ni el impertérrito franco suizo. La información, que es la única que nunca se devalúa. Por eso, ¿cómo no van a atesorarla desproporcionadamente? A fin de cuentas, desde que el mundo es mundo, nadie ha llegado a la cúspide sin un poco de codicia. Y quien no sepa esto, sí que vivía en la copa de un guindo.

BTW, un cariñoso saludo para mis amigos gringos del servicio de espionaje. Por si me están leyendo. Yours sincerely.

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