miércoles, 10 de julio de 2013

Las no-noticias

Todo personaje necesita un antagonista. Caperucita no sería nada sin lobo. ¿"Ande" correría el Correcaminos por esos caminos de Dios sin un coyote detrás? Y las noticias, por supuesto, tienen enfrente a las no-noticias. En la facultad nos intentan enseñar muchas teorías sobre los criterios que delimitan qué es una noticia y qué no lo es. Ay, sí... aquel aforismo pintoresco, que todos apuntábamos afanosamente en nuestras libretas de primero, de que "no es noticia que un perro muerda a un hombre, sino que un hombre muerda a un perro". Se han formulado un porrón, pero, al final, lo que define intrínsecamente a una noticia es que hay otras muchas cosas que no lo son. Y ya está. De las no-noticias nunca se habla (precisamente por el perogrullo de que no son noticia). Pero existen. Y son maravillosas. Os voy a explicar en qué consisten. No me lo habéis pedido. Lo sé. Pero me da igual.
Los profanos, seguramente, jamás habréis perdido el tiempo en pensar en ellas. En cuanto a los periodistas, aunque todavía no sepáis a qué me refiero, posiblemente exclamaréis dentro de unos minutos, con una sonrisa soñadora y tierna de enamorado: "Ah, conque era E-SO...".

Para ser más ilustrativa, comenzaré mi ejercicio de análisis ontológico comparando las no-noticias con el oasis para el sediento, con la moneda que hace "din" en el platillo vacío del músico callejero, con el boleto premiado, con el tiempo muerto cuando vas perdiendo tres a cero, con un resumen del Rincón del Vago que te da buenas vibraciones porque, al menos en el primer párrafo, las tildes están bien puestas y las haches en su sitio, con un guiño de ojos mediante el cual el universo cómplice te dice: "Querida, en los últimos minutos no ha pasado nada que tengas que contar. He seguido girando, pero no hace falta que lo menciones. Aparte de eso... ¡nada! Así que te doy licencia para que continúes a la bartola". Las no-noticias son un password para seguir vegetando. Por eso se las quiere tanto. Porque el que sostenga que prefiere la tensión de la noticia chutada en vena las 24 horas... ¡miente descaradamente! Y no estaría de más que le cayera encima una maldición gitana.

A mí las no-noticias me llegan puntualmente, todos los días, con el boletín de partes de la Policía Municipal. Y con qué regocijo se leen esos abortos de noticias que, potencialmente, podían haberme hecho trabajar y que, al final, se quedaron en nada. Una dosis de reconstituyente agua de borrajas. Ni siquiera son los negativos de las noticias. Directamente son el carrete de fotos que alguien puso al sol y que se veló por completo. Mejor: todos salíamos con los ojos cerrados.

Por eso, por los bienes inmensos de alivio y esperanza que reportan, yo voy a rendir mi particular homenaje a las no-noticias que me remiten, confiriéndoles una entidad que sistemáticamente se les niega, llevándolas a primera plana con un no-noticiario.

Aviso a navegantes: para que esto quede gracioso tenéis que imaginaros el telediario de la 1, con su sintonía solemne y galvanizadora, y presentado por Ana Blanco (actitud totémica, cara de circunstancias, flequillo imperturbable). ¿Listos? ¿Ya oís la música? ¿Ya veis a Ana? (Claro que la veis. Lleváis viéndola desde que nacisteis, la conocisteis antes que a vuestra madre; ella probablemente ya presentaba el telediario cuando en él se referían a Franco con el apelativo de Caudillo... oh, wait... si eso fue el lunes).
En fin, esa música que produce cosquilleo, Ana y su flemático flequillo... ¡Estamos en el aire! ¡Entran titulares!

-Sobre la 01:05 horas de la madrugada del sábado un vecino de la calle San Cristóbal se queja del ruido procedente de un establecimiento hostelero. Personada la patrulla, comprueba que en el interior hay un grupo de personas, una tocando la guitarra y el resto cantando rancheras. Se les informa de las molestias causadas.


-Sobre las 15:10 horas comunican telefónicamente que hay una persona tirada en el suelo en la calle Matsaria. La patrulla que acude comprueba que no precisa asistencia sanitaria. Abandona el lugar.


-Sobre las 01:40 horas un vecino de la calle Txonta se queja del ruido procedente de un local de jóvenes. Cuando la patrulla llega, no había nadie.


-Sobre las 19:00 horas, en la calle Bista Eder, se identifica a 4 personas que están haciendo unas encuestas para la asociación “Aldeas Infantiles”. Se comprueba que están autorizados por la asociación y que no es un timo.


-Sobre las 01:20 horas varios vecinos de la calle Tiburzio Anitua se quejan del alboroto y las molestias que está causando una señora. La patrulla consigue calmar a la señora.


-Sobre las 11:45 horas de ayer una persona solicita nuestra ayuda ya que tiene la olla en el fuego y se ha dejado las llaves dentro de casa. La patrulla consigue abrir la puerta.


-Sobre las 01:00 del domingo un vecino de Ardanza se queja del ruido producido por un grupo de jóvenes allí reunidos. Estaba un grupo de chicas hablando y, tras ser informadas de las molestias ocasionadas, abandonan el lugar


-Sobre las 03:30 horas, suena la alarma de un vehículo estacionado en la calle Isasi. Realizada una inspección ocular, no se observa nada fuera de lo normal. Se localiza al titular del turismo, quien desconecta la alarma.


-Sobre las 05:00 horas suena la alarma del Polideportivo de Orbea. La patrulla comprueba que se trata de la trabajadora encargada de la limpieza.



Así son las no-cosas y así se las hemos no-contado. Seguiremos no-informando.

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