Adivina,
adivinanza... ¿Qué aparece en la foto? ¿La pared de una gruta? ¿Un
lienzo abstracto con influencias de la escuela primitivista? ¿Una
muestra de la textura de un flan en el instante mágico y preciso en que
se cuaja? Bah, dejad de intentarlo. No lo adivinaríais ni aunque
invirtierais mil años de vuestra vida. Os lo diré: es el aspecto que
tiene el mundo visto debajo de una manta al remolonear en la cama un
sábado por la mañana. El espectáculo más bello de la creación, sin duda.
Lo que es yo, me quedaría a vivir allí el resto de la semana.
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