Ante
el inminente debate presupuestario, en Euskadi se ha decidido que una
partida susceptible de recorte es la de sillas en salas de ruedas de
prensa. Para justificar esta medida de ahorro se ha alegado que el
mantenimiento de las sillas era altamente gravoso, ya que, como todo el
mundo sabe, las sillas consumen una barbaridad en pilas, y ya valía de
hacerles gasto a los de duracell. Angela Merkel
ha emitido un comunicado aplaudiendo esta iniciativa pionera y ha
asegurado que, si el resto de españoles fueran así de austeros, "otro
gallo nos cantaría". Además, se ha incidido en que el colectivo de los
periodistas es "por naturaleza adaptable, rocero y muy de andar por
casa", por lo que en el suelo se sentirían igualmente cómodos y la falta
de mobiliario no les causaría más traumas de la cuenta. Como tampoco se
les permite hacer preguntas en rueda de prensa y se aburrían, han
aprovechado que estaban sentados en círculo para sacar la guitarra
(encender fogata no han podido ante la existencia de detectores de humo)
y ensayar cumbayá, señor, cumbayá. Así se van entrenando para el
campamento que Reporteros sin Esteras está organizando para este verano.
Si es que somos de un apañao...
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