miércoles, 7 de noviembre de 2012

Premonición peliculera

Cada día estoy más convencida de que soy bruja. Ahora es cuando el gracioso de turno aprovecha la coyuntura para apostillar: Eso ya lo sabía yo desde hace tiempo, sin necesidad de que vinieras tú a confesar tus faltas.

Insultos a mi persona aparte, el caso es que, esta mañana, en el metro, me he puesto a pensar en el nombre de Steven. Como veréis, es el pensamiento más aleatorio y absurdo que a alguien se le puede ocurrir un miércoles por la mañana en un vagón de metro. Tal vez se tratara de una asociación de ideas, porque mi casero se llama Steve y era la última persona con la que había hablado. Sumamente estúpido de todos modos, y "random", como dirían aquí

Sin embargo, unas horas después, todo ha cobrado sentido. Y es que me han anunciado que, muy pronto, iba a entrar una persona con ese nombre en mi vida. Lo tendré que entrevistar la semana que viene. Como digo, se llama Steven. Se apellida Spielberg.

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