viernes, 19 de octubre de 2018

Big Bang

Un mundo. Y otro más. Que fueron uno solo, y ahora sólo son dos asteroides desmigados, desamigados; errantes en unas órbitas que se evitan en paralelo, poniendo de por medio 500 años luz. Pero un día de tantos, en el año 501 antes de un dios que aún está por inventarse, las trayectorias parabólicas se darán de bruces; un par de planetas ebrios entrando en colisión a la salida de un baño de bar, y, después de tanta cosmología en común, serán incapaces de mirarse cara a cara, y de admitir: Esa tierra la conozco. Allí solía ser feliz.


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