miércoles, 7 de febrero de 2018

Reseña de "El color de la luz" en el blog La Casa del Nómada

¡Una nueva crítica para el niño! Emocionante de verdad.

https://lacasadelnomada.com/2018/02/07/el-color-de-la-luz/

"Hay libros que llegan de manera inesperada y que parecen estar esperándote, al acecho, para saltar sobre ti y arrebatarte el aliento y un pedazo de alma.
No sé si fue una intuición, la sinopsis, que me atrapó, o simplemente casualidad, pero hubo algo en mí que me impelió a esta lectura.
La trama se va construyendo a través de dos tiempos narrativos alternos y dependientes el uno del otro. El primero se centra en el presente, y, en un progreso lineal, Marta Quintín abre la puerta a pasajes de épocas pasadas con las que hilvana la historia.
La narración también oscila entre la primera persona, que ayuda al lector a partir de un punto fijo, y la tercera, que expone, desde una perspectiva imparcial, la biografía de los nombres que aparecen de principio a fin.
Respecto al estilo, destaco una redacción brillante, rica en vocabulario y variedad semántica que mantiene un ritmo cadencioso. A través de una prosa poéticalas descripciones, más que escritas, parecen dibujadas sobre hojas que cumplen la función de lienzos en blanco. 
Entre las temáticas que aborda Marta, hay lugar para la filosofía platónica, la amistad, presente en cada pasaje, el miedo ante las decisiones que pueden marcar el resto de nuestra existencia, el pavor a la guerra y las convulsiones socio-políticas, la incertidumbre sobre el qué vendrá y, entre bambalinas, se refleja cómo el ser como tu corazón te pide, a veces, hace que los demás te rechacen y te sientas en una galaxia totalmente ajena a la realidad. 
En un aparte me gustaría resaltar los tres pilares sobre los que se asienta el sentido de esta obra; el amor, la nostalgia por el paso del tiempo y el arte como forma de vida. Estos tres elementos conforman un cóctel queunido a la calidad prosaica de la escritora, crean en el lector una adicción irrefrenable. 
En esta ocasión he querido dejar para el final a los personajes. No sabría muy bien qué decir acerca de Francisco, Chema, Blanca Luz, Martín y compañía. Al conocerles, sentí lo mismo que me hizo encariñarme con los protagonistas de Los últimos días de nuestros padres (Joël Dicker). Partiendo de la premisa de que, al fin y al cabo, son criaturas ficticias, alabo la capacidad de Marta para dotar no solo de vida, sino también de una mentalidad muy diferente a cada uno. Respetando las distancias entre cada trabajo, la manera de expresarse que tienen se me asemeja a la misma que emplea Fernando Aramburu en Patria, otorgándoles de un realismo tremendo con el que es imposible no imaginar sus voces y sus gestos mientras les acompañas en un viaje único. 
En resumen, El color de la luz es una obra que va más allá de una historia de amor perfectamente conducida. Es un paseo por la Historia, los sentimientos y la melancolía al que Marta Quintín nos invita para ser testigos directos de algo mágico."

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