ismo tipo de local
(recuerda también un poco a Reverendos), misma música, yo con la misma
ropa de salir, mismo ritual de comer una galleta al llegar a casa, la misma luna (aunque la de esta noche brillaba junto al Chrysler, eso sí)... Lo
único diferente era la gente. Bueno, y dos gogós que bailaban en sendas
platadormas estremeciendo sus posaderas y que no recuerdo haber visto en
el homólogo pamplonés...
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