martes, 8 de agosto de 2017

Necesidades

"Sol. Sol a raudales. ¡Eso es lo que yo necesito!" -proclamó el geranio. Y a su proclama respondió un guirigay que se propagó por todo el balcón.
Riego abundante, pidieron las azaleas.
Una floración de infarto, invocó el rosal.
La enredadera reclamó espacio, mucho espacio para crecer.
Un suelo fértil, grávido de nutrientes, fue el deseo unánime.
¿Y tú, cactus? ¿Qué quieres tú, siempre tan huraño y calladito?
Ni agua, ni luz, ni belleza, ni sitio, ni tierra. Yo me apaño con poquito. Yo no quiero nada.
¿¿Nada??
Dijo que no. Que nada necesitaba. Mentira.
El cactus habría matado por que lo tocaran.


No hay comentarios:

Publicar un comentario