http://www.elespanol.com/reportajes/20160513/124487904_0.html
Tras leerlo, sólo queda ratificar por enésima vez que éste es el oficio más bonito y más triste del mundo. Tal vez el problema sea que los periódicos no se merecen a sus periodistas (que ya ni son suyos, que no son de nadie, que son freelance, que son de sí mismos, que son del viento). Porque saben que siempre quedará alguno tan chalado por la profesión que nunca acabará de renunciar, de claudicar, de abjurar, de mandarlo todo a tomar viento y a ellos, por culo. En definitiva, de rendirse.
En cuanto al tema de las asociaciones de prensa maniatadas, quedan patentes los efectos perversos que tiene el no regular mínimamente un sector, y que en éste cunda la barra libre de la competencia. Eso sí que es ir a la guerra.
En cuanto al tema de las asociaciones de prensa maniatadas, quedan patentes los efectos perversos que tiene el no regular mínimamente un sector, y que en éste cunda la barra libre de la competencia. Eso sí que es ir a la guerra.