martes, 31 de marzo de 2015

CSI Cachorro

Uno de los síntomas típicos de compartir piso con un cachorro más malo que un demonio colorao es llegar a casa y que ésta se parezca inquietantemente a la escena de un crimen en la que todavía no se ha procedido al levantamiento de cadáver (y entendamos por cadáver los peluches de tu infancia, total y sádicamente desfigurados, porque el asesino se ha asegurado de que quedaran irreconocibles para despistar a la pasma). Al menos diremos que los damnificados murieron en acto de servicio.


sábado, 28 de marzo de 2015

Los rusos, ese pueblo que sabe de lo que habla

Toda lengua es también una cosmovisión. Por eso resulta cuando menos curioso enterarse de que en ruso se usa la misma palabra (brak, por si a alguien le interesa) para designar el "matrimonio" y una "chapuza". El que avisa no es traidor.

lunes, 9 de marzo de 2015

La frase de cine de cada día

Es lo que tienen los padres. Que te conocen. Los míos me regalaron un calendario de mesa de 2015 en el que a cada día del año le corresponde la frase de una peli. Y yo suelo hacer trampas, volteando la página por la noche, para enterarme de cuál es la frase del día siguiente, antes de que la del hoy deje de estar vigente. Lo hago un poco por subversión, por travesura, como si estuviese ejerciendo una mínima justicia poética al violar las leyes de ese tiempo que nos viola a todos; porque así siento que ya he vencido a la jornada y que me merezco el descanso del guerrero; o porque a las horas intempestivas a las que suena mi despertador a nadie le apetece ponerse intenso delante de un calendario (la noche es sin duda más evocadora); o por la absurda superstición de que la frase que me anticipo a leer estará vinculada de algún modo con el día por venir y así obtendré las claves orientativas para saber si me conviene salir o no de la cama, como si el calendario fuera una especie de horóscopo, el papelito de las galletas chinas de la suerte o uno de esos epígrafes que hay al inicio de los capítulos de ciertos libros para indicar por dónde van a ir los tiros (ya sean metafóricos o literales, que ya se sabe que en las novelas todo puede ser).
El caso es que acabo de girar la página de mañana y me ha saltado a los ojos una de esas frases que resumen la creencia medular de cada cual. Ésas en las que te reconoces plenamente pero dicho con palabras de otro. Magia pura. Uno de esos pilares, en fin, que vertebran el chiringuito que cada quien tiene montado en la cabeza y que le explican, interpelándole y comprendiéndole en lo más íntimo. La frase que me ha despertado este respingo y este rollo que os estoy soltando dice así:
"Nunca estás acabado si tienes una buena historia que contar y alguien a quien contársela".
Touché. That's exactly what I think and feel. Podría decírtelo en todos los idiomas, pero, para el caso, patatas.
De inmediato me he dado cuenta de que no he visto la peli en la que dicen esta frase. Jamás me habría olvidado de esta frase.
Así que he consultado el título y he comprobado que no es sólo que no haya visto esa peli, sino que ni siquiera la había oído nombrar. Tampoco me habría olvidado de este título: "La leyenda del pianista en el océano".
Guau. Toma ya. Tengo que verla.
Para ponerme más en contexto, la he buscado acto seguido en Nuestro Señor Google Omnisciente y así es como he descubierto que su autor es el mismo que firma otra de esas pelis que contienen una de mis "frases medulares", tan sencilla como capaz de ocupar en su totalidad el proyecto de una vida: "Hagas lo que hagas, ámalo como amabas la cabina del Paradiso". Exacto (estaba chupao), "Cinema Paradiso", cuyo final me pongo de vez en cuando en Youtube si me apetece ver (y escuchar) cosas bonitas. Así que, signore Tornatore, dos de dos. A eso en mi tierra se le llama hacer pleno. Sin ninguna duda, usted y yo tendríamos un ratico de conversación.

viernes, 6 de marzo de 2015