La magia del teatro vuelve a mi vida... en Nueva York! ¡Y qué mono había ya!
jueves, 28 de junio de 2012
viernes, 15 de junio de 2012
Cuento neoyorquino de "Be water, my friend"
Las nubes presumidas se asomaron a un lago de
Central Park para regodearse en su hermosura. Se asomaron demasiado y se
cayeron dentro. Como Narciso. Pero, a diferencia de él, no se ahogaron,
porque ellas podían flotar. A fin de cuentas, también eran agua. Tarde o
temprano habrían acabado cayéndose hechas un mar de lluvia. Tan sólo se
habían adelantado un poco a su propio destino.
sábado, 9 de junio de 2012
Campañas de la DGT a lo new yorker
He
aquí la versión americana de las campañas de la DGT. Vista en el metro
de Nueva York. No tiene desperdicio: "Si viaja en las partes exteriores del tren, se arriesga a
tener un accidente fatal. Viaje adentro del tren. Llegue a su destino
con vida".
Está claro que el cine en este país ha hecho demasiado daño. Se han creído sus propias películas.
http://www.youtube.com/watch?v=xzgXhmOUs4U
Disfrutad de los efectos especiales, la inquietante banda sonora y de la espectacular interpretación del tipo al que matan en torno al minuto 4:55. Tampoco os podéis perder el final. Perturbador. Casi tanto como la revelación de que viajar adherido a la carrocería de un tren suele tener efectos perjudiciales para la salud. Jamás se me habría ocurrido a mí sola. Gracias, MTA. Qué haríamos sin ti.
Segunda entrega:
"Caminar entre los vagones del subterráneo podría implicar que deba pagar una multa, que sufra una lesión o incluso algo peor".
No
me negaréis que con ese enigmático "algo peor" logran dejarte con una
intriga y un comecome en el cuerpo que te dura ya para todo el día.
Decenas y decenas de viajeros preguntándose con cara de póker: "Algo
peor...¿qué será, qué será? No logro imaginármelo. ¿Qué te puede pasar
si juegas a ser Tarzán de los monos en un tren en marcha, y que sea peor
que una multa? No sé, me rindo por hoy, que aún no he pasado por
Starbucks y estoy espeso". Oye, todo un lujo: acertijos gratis en el metro, tan desafiantes que dejan por el suelo al crucigrama del New York Times.
Si lo pensáis detenidamente, no es sino
un sucedáneo del clásico "no, cariño, el periquito no ha muerto, sólo se
ha escapado, y ahora vive feliz y libre en compañía de otros
pajaritos".
He de aclarar que estos escrupulosos eufemismos se
deben al exquisito tacto de los americanos. Nunca tendrían el mal gusto
de decirte que, si saltas de vagón en vagón, lo más probable es que
acabes más chafado que el tazo de una bolsa de matutano. A ver si el
pasaje se nos va a traumatizar.
Una vez más, querida MTA, gracias. Gracias por cuidar nuestra salud mental.
domingo, 3 de junio de 2012
Todas las discotecas son iguales
Volviendo,
con el amanecer apuntando ya en el cielo y los pajaritos despertándose,
del Marengo neoyorquino. Hay sitios tan ubicuos que te da igual en qué
parte del planeta estar y éste es uno de ellos. Mismo tipo de local
(recuerda también un poco a Reverendos), misma música, yo con la misma
ropa de salir, mismo ritual de comer una galleta al llegar a casa, la misma luna (aunque la de esta noche brillaba junto al Chrysler, eso sí)... Lo
único diferente era la gente. Bueno, y dos gogós que bailaban en sendas
platadormas estremeciendo sus posaderas y que no recuerdo haber visto en
el homólogo pamplonés...
Los nacionalismos desde Nueva York son una paradoja
Dice un mexicano: -Ah, conque eres española. ¿De dónde?
-De Zaragoza.
-Ah, ¿catalana?
-No.
-¿Vasca entonces?
-Tampoco. Sigue intentándolo.
Conclusión: los extranjeros identifican como españoles a aquellos que
lo son con más reticencias. Qué paradojas, ¿eh? Puede que los
nacionalistas no hayan acertado demasiado con su estrategia, al menos en
la de política exterior.
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